La necesidad de contar con un edificio más grande, lleva a su directora Florencia Barrios Tirado a comprar la propiedad vecina que incluía la mansión Torres y su parque, adquisición que se concreta en 1948. La ceremonia de inauguración estuvo encabezada por los directivos del liceo, el Presidente Gabriel González Videla y el rector de la Universidad de Chile, Juvenal Hernández.
En 1924 el arquitecto Josué Smith Solar (1867-1938) fue el encargado de idear los planos de la residencia en la Avenida Irarrázaval con una marcada tendencia Tudor.
Pedro Torres Ibieta, un hombre de negocios de Valparaíso que ejercía como Presidente del Banco de Chile y director de otras tantas instituciones bancarias; reconocido además por ser el impulsor de la construcción del Teatro Central, una de las salas de conciertos más importantes del país fue quien le encargo a Smith Solar la contrucción.
Smith Solar levantó una edificación de concreto armado de más de mil metros cuadrados, con dos niveles más una alta techumbre. El estilo Tudor fue realzado por el cuidadoso tratamiento de los muros con albañilería a la vista y estuco, la incorporación de paneles vidriados, techos a dos aguas con decorativos enmaderados, un torreón, diversa herrería ornamental y altas chimeneas que sobrepasaban la cubierta de tejas de cedro.
La propiedad contaba con un enorme parque con espejos de agua, parrones, zonas de descanso y una piscina. En él se ubicaron estratégicamente dependencias de servicio, cocheras, una casa secundaria y un pabellón de portería en la esquina de Brown Norte con Irarrázaval, donde se situó un portón de fierro para el ingreso de coches.
Los problemas económicos de los descendientes del señor Torres, los obligan a lotear la extensa propiedad en 1947. Ese mismo año el emblemático Liceo Experimental Manuel de Salas de la Universidad de Chile, decide comprar un pequeño terreno en el número 3780 de la avenida Irarrázaval para instalar las nuevas dependencias de la institución.